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DEBATE, MAS QUE PROPUESTAS, DIMES Y DIRETES

El Chahuistle

Por Juan Carlos Valdez Arévalo

Nezahualcóyotl, Méx.– Posterior al debate organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) de los candidatos a la Presidencia de la República, todos los participantes se declararon vencedores, pero, la realidad es que a criterio del que escribe, después de escuchar los señalamientos que entre ellos se hicieron, dejaron mucho en que pensar.

No se cansaron de ventilar toda clase de anomalías y hasta hechos delictivos en los que unos y otros están o han estado involucrados, la realidad y a criterio de este escribano es que, en este ejercicio democrático los únicos ganadores fueron los ciudadanos.

Con la transmisión en medios electrónicos de comunicación de las “propuestas”, lo más atractivo para el televidente fueron las acusaciones que entre ellos se hicieran, los espectadores pudieron apreciar la clase de aspirantes que hay para llevar las riendas del país, por lo que ahora como en elecciones anteriores, no se trata de elegir al mejor, sino al menos peor.

Este debate, el primero de tres programados por el INE, sirvió para “abrir los ojos” a muchos de los electores, quienes después de escuchar tantas imputaciones, dejan en tela de juicio la probidad de los aspirantes y, si se toma en cuenta que las recriminaciones se hicieron de forma directa, además de que ellos son catalogables como fuente oficial, se podrían clasificar a toda luz como verídicas.

Por lo que para este articulista, si lo que se “ventanearon” es verdad, es predecible una catástrofe nacional como lo ha sido desde que el que escribe tiene uso de razón, gane el candidato que gane, desafortunadamente algunos de los implicados, han tenido cargos públicos y su primicia ha sido, “servirse con la cuchara grande”, cuidar sus intereses y/o servirse del pueblo, esto basándose a los dimes y diretes que se pudieron apreciar en cadena nacional. Veamos porque se deduce esta triste realidad.

Entre los candidatos, estuvo el más atacado y por lógica quien, sin quererlo los contendientes, de manera “subliminal” lo mostraron ganador, que entre sus principios dice están “no mentir”, “no robar” y “no traicionar al pueblo”, pero también quien omitió en su tres de tres –según Meade– declarar la propiedad de tres departamentos en la ciudad de México, así como de nepotismo con la inclusión de su familia en la nómina de morena, entonces ¡Ya está mintiendo y traicionando!

También estuvo el que una vez que lo detectaron presidenciable, mucho tiempo antes de iniciar las campañas, fue señalado de “triangulación” de maniobras financieras y/o “evasión” al fisco y, con ello, de hacerse de una propiedad de 54 millones de pesos, bueno él no, la empresa “del sobrino, del compadre, del primo de un amigo” o algo así. Además de, con su “modesto salario” “darse una vida de lujos”, nuevamente a decir de Meade.

Uno más, el que ha trabajado tanto para panistas como para priístas y, ahora se autodeclara candidato ciudadano porque la marca PRI no es garantía de triunfo, además de haber sido uno de los principales operadores en los pasados sexenios, así como uno de los presuntos responsables de la “Estafa Maestra”.