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EDUCACIÓN A DISTANCIA: INEFICIENTE, PERO ESO SI JUGOSO NEGOCIO PARA LAS TELEVISORAS

A decir de algunas personas, a la nueva modalidad educativa implementada por la SEP, le falta mucho para cumplir con los objetivos elementales para cubrir las necesidades básicas de los educandos.

La modalidad a distancia, no es la respuesta, ya que exige más responsabilidad tanto de profesores como de padres de familia, así como de alumnos y, los resultados a largo plazo, serán nulos; el modelo educativo está mal planeado, pareciera un proyecto ocurrente que llevará al abismo la educación en México.

Para empezar, de acuerdo a opiniones de padres de familia, tanto en el caso de parejas en las que ambos trabajan para llevar sustento a su casa, como en el de padres o madres solteras, esto sin demeritar el trabajo de las amas de casa, que ahora también tienen que aplicarse y poner más atención a sus niños y/o jóvenes para que pongan interés a las clases, ya que no habrá una autoridad educativa en persona día a día al frente, que los guie y les exija, tanto la atención como disciplina que requieren para aprender.

Pero, ¿Y, las familias que no cuentan con los medios tecnológicos para recibir la educación a distancia? dígase algo tan fundamental como la electricidad como sucede en muchas comunidades de Oaxaca, Chiapas y Guerrero entre otras; si no cuentan con energía eléctrica, que se espera de otros menesteres indispensables para que los educandos puedan tomar sus clases a distancia.

Tratándose de las zonas serranas ¿Acaso esto equivale a una selección de las especies? donde quienes tienen acceso a los medios saldrán adelante y quienes no, ni para que gastar en ello, situación que por mucho contradice la tan sonada frase del presidente de México «primero los pobres»

Sin ir tan lejos, otro ejemplo se mostró dicen, en el ingreso al bachillerato de la Universidad Autónoma del Estado de México, los aspirantes debían tener una computadora o «Laptop» con Windows 10 y conexión a internet, sin olvidar la «webcam» y, basado en esto, se valoraba la probabilidad de ser elegible para aplicar el examen. Si apenas tenían para pagar el curso del Conamat y para ir al «cyber» rentar una computadora para investigar, ya no quedó recurso para comprar una PC y contratar el internet.

Esto se podría ver como una forma de eliminar a quienes querían superarse por no contar con estas herramientas tecnológicas.

En cuanto a la opinión de algunos educadores de diferentes niveles, la tarea para ellos es más laboriosa y compleja, ya que tendrán que trabajar tiempo extra para lograr que sus pupilos salgan avantes ante esta nueva encomienda, nada fácil para el pueblo en su conjunto.

Además, el doble esfuerzo que los profesores tendrán que realizar para desarrollar su trabajo ocupando también sus medios tecnológicos de comunicación personales para tratar de cumplir la misión de la mejor manera posible, pero sobre todo para mantener la comunicación directa con sus alumnos, quienes como suele suceder, no respetarán los horarios laborables, coartando el poco tiempo de esparcimiento que les queda a los mentores.

Seguramente por eso los profesores se verán en la necesidad de contestar mensajes o llamadas a altas horas de la noche o de madrugada, ya que es bien sabido que ellos siempre se aplican en sus labores al mil por ciento, dando más de lo que deben y, todo esto por a su profesión, por amor al arte.

Al parecer, quienes sacaron «raja» a todo esto fueron las televisoras a través del jugoso convenio que firmaron con el gobierno de México. Acaso con ese dinero, ¿No era más factible contratar más profesores con grupos reducidos de alumnos y con menos horas de clase al día, tomando las medidas sanitarias pertinentes para así reactivar la economía generando empleos? Y no hacer más ricos a unos cuantos (los dueños de las televisoras con 450 millones de pesos) y «distribuir la riqueza», como lo ha pregonado por años el ahora presidente de la República.